Historia del Partido
La historia política del México contemporáneo no puede entenderse sin el PRD. Para ello es necesario reconocer las circunstancias y los diversos procesos que lo han conformado. Sus antecedentes, herencias y orígenes, los cuales sirven de soporte a las formas y maneras de expresión. Para comprenderlo en su dimensión histórica, requiere ser visto el contexto nacional e internacional que se fraguó en la década de los ochenta y los escenarios que el nuevo liberalismo implementó globalmente desde entonces. Estos factores hacen que el PRD sea observadodes de una dinámica socio-política y cultural global y no sólo como una reacción a las políticas nacionales.
El Partido de la Revolución Democrática se fundó el 5 de mayo de 1989, con una ideología política de izquierda. Esto es la búsqueda de la igualdad o equidad en todos los ámbitos de la vida social humana. Ya sea en las oportunidades económicas, sociales, políticas, educativas y étnicas de las personas y los grupos humanos. Pero también en la libertad de decidir sobre cualquier forma de pensamiento. Sobre todo en el tener la sensibilidad de entender y luchar por los grupos sociales que menos recursos tienen para desarrollarse y vivir en libertad. Es decir que su ideología se centra en la defensa de los derechos de las personas y el de la soberanía de la nación.
Desde su fundación el PRD es considerado una de las tres fuerzas políticas más importantes de México. Su línea programática se ubica en la transformación pacífica, por la vía electoral, del sistema capitalista y en la búsqueda de un modelo propio de desarrollo y progreso para el conjunto de la sociedad. Como integrante de la Internacional Socialista, el PRD representa las aspiraciones de las sociedades en desarrollo que buscan alcanzar un sentido más humano en las relaciones sociales de producción. Asimismo, en la construcción de un desarrollo sustentable respecto al medio ambiente.
Como expresión de la voluntad de una parte de la sociedad, el PRD se estructura para impulsar un proyecto alternativo de nación al autoritarismo del PRI. Surgido de una coyuntura trascendental donde se implementó un gran fraude electoral que profundizó la crisis política del sistema que había surgido en 1968 y que lentamente creció a través de los años. Con el surgimiento del PRD se vislumbra la democracia como el régimen que permitirá alcanzar una sociedad más justa e igualitaria. De esta forma se inicia una larga y pacifica ruta para la sociedad y el Estado mexicano.
Comprender los orígenes del PRD sitúa al México contemporáneo de finales de los ochenta, entre 1987 y 1989. En ese contexto convergieron tres grandes sucesos. Por una parte, las reiteradas crisis económicas; por otra, el incremento en los movimientos sociales por diversas demandas, Asimismo, la participación decidida de líderes sociales y el rompimiento interno en el PRI como partido del poder. Frente a ello, el PRD nace como una coalición de diversas fuerzas sociales y partidos políticos de izquierda que enfrentaron al régimen para crear otro alternativo.
Para constituirse como PRD, se conjunta el Partido Mexicano Socialista (PMS), el cual había integrado varias fuerzas políticas de Izquierda a nivel Nacional: El Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), dirigido por Heberto Castillo Martínez y José Álvarez Icaza; el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), dirigido por Arnoldo Martínez Verdugo y Gilberto Rincón Gallardo; el Partido Patriótico Revolucionario (PPR), dirigido por Camilo Valenzuela y Jesús Zambrano; el Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), dirigido por Carmelo Enrique; la Unión de la Izquierda Comunista (UIC), la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), dirigida por Mario Saucedo, entre otros. Más adelante se unen a la fusión una parte de la militancia del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) con miembros como Carlos Navarrete Ruiz, Jesús Ortega Martínez, Graco Ramírez Garrido- Abreu, Rafael Aguilar Talamantes, Miguel Alonso Raya, entre otros. El PRD se fundó en la Ciudad de México, encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz-Ledo, Ifigenia Martínez, con otros miembros de la Izquierda Política como Heberto Castillo, Gilberto Rincón Gallardo, entre muchos otros. Bajo el lema "Democracia ya, patria para todos", con el símbolo del sol azteca, con los colores nacionales, que por restricciones del PRI, se quedó en blanco y negro y después adoptó el fondo amarillo para quedar en amarillo y negro.
La formación de un partido de Izquierda surgió a mediados de la década de los 80, durante el régimen de Miguel de la Madrid. El sistema político mexicano comenzó a dar un giro en su política económica. México padecía severas crisis recurrentes y la adopción de un modelo económico completamente ajeno a la realidad nacional determinó el camino que seguiría el país en los años siguientes. El neoliberalismo global, profundizaba la pobreza y la desigualdad, y asumía una manera particular en México por su ruda instrumentación. Los índices de pobreza se elevaron de una forma escandalosa, sin precedentes en la historia de México. Desde 1986 en el PRI comenzaron a mostrarse cambios en el perfil de sus miembros. El arribo de una generación de jóvenes técnicos que llegaron al gobierno con sendos doctorados en economía y finanzas procedentes de las universidades norteamericanas, pero que carecían de la sensibilidad social, pero dispuestos a poner en práctica sus teorías económicas, utilizando al país como laboratorio experimental. En un sano ejercicio de autocrítica, Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo organizaron la “Corriente Democrática” que buscaba, sin más, democratizar en todos sus niveles al PRI y al mismo tiempo cuestionar las contradicciones económicas y sociales que surgían del nuevo modelo económico aplicado por el presidente De la Madrid. La salida de la corriente democrática del PRI llamó la atención de una gran cantidad de mexicanos que ya padecían los primeros efectos del neoliberalismo. Vinculados principalmente a la reducción del gasto social y la disminución del poder adquisitivo de los salarios. También atrajo la atención de las principales organizaciones políticas de la izquierda mexicana, que venían sosteniendo desde tiempo atrás, la necesidad de una apertura democrática que permitiera una oposición política real en un régimen de Partido de Estado, el cual se mantenía el poder desde su fundación en 1929, por el control corporativo que ejercía sobre las principales organizaciones sociales y sindicales a partir de la manipulación, de la corrupción y de la amenaza.
En 1988, Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez formaron una alianza con otros partidos y movimientos de izquierda, agrupados en el Frente Democrático Nacional. Con Cárdenas encabezando la candidatura, se lanzaron a la lucha por la presidencia. Las principales organizaciones socialistas se fueron acercando al Frente y consolidaron la candidatura de Cárdenas. El número de quienes consideraban necesario sumar fuerzas y aprovechar la coyuntura y dar mayor presencia a la izquierda en México. Así, Comunistas del Partido Mexicano Socialista (PMS), Trotskistas del PRT, Maoístas de la Organización de Izquierda Revolucionaria OIR-LM, Socialistas del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), Guevaristas de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), Socialistas revolucionarios del Punto Crítico (ORPC) y otros grupos de inspiración marxista, así como diversas organizaciones sociales, confluyeron en la campaña de Cárdenas.
Con el propósito de lograr un frente unido para dar la batalla electoral, el Partido Comunista Mexicano y otros partidos como el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), encabezado por el ingeniero Heberto Castillo, se habían fusionado para dar lugar al Partido Socialista Unificado de México (PSUM).
Para principios de 1988, el PSUM había devenido en el Partido Mexicano Socialista, y Castillo era postulado candidato a la presidencia de México. Pero mientras que la candidatura de Castillo apenas mantenía el apoyo del “voto duro" de la izquierda tradicional, la candidatura cardenista iba en pleno ascenso. Conscientes de que la coyuntura política era propicia para un triunfo de la izquierda, Castillo decidió declinar su candidatura en favor de la de Cárdenas. Apenas un mes antes de las elecciones, programadas para el 6 de julio de1988.
En esta campaña confluyeron diversos procesos sociales, múltiples memorias y herencias culturales. Asimismo el malestar social y la gran demanda democrática. Todas ellas fueron articulándose a partir de la adhesión de las diversas organizaciones sociales, partidos de izquierda y amplios sectores de ciudadanos que escapaban del control clientelar del PRI. Arropados por el Frente Democrático Nacional (FDN), se construyó la candidatura presidencial a partir de la mayor convergencia opositora de la historia de México post revolucionario. El resultado de las elecciones presidenciales de 1988, dieron a Carlos Salinas la presidencia a partir de una gran polémica por el desempeño irregular de la Secretaría de Gobernación. Grandes sectores de la sociedad calificaron la jornada como el mayor fraude electoral de la historia de México.
El conteo de votos se realizaría mediante un sistema de cómputo, operado por la Comisión Federal Electoral, encabezada por el Secretario de Gobernación, Manuel Bartlett. Sin embargo, durante la velada, el sistema repentinamente se "cayó". Hasta entonces, el conteo de votos favorecía a Cuauhtémoc Cárdenas. A las 8 pm del mismo día, se presentaron en la sede de la Secretaría de Gobernación los candidatos Manuel Clouthier del PAN, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano del FDN y Rosario Ibarra del PRT denunciando la ilegalidad del proceso. En los días posteriores a la elección se realizaron diversas manifestaciones expresando en el descontento por la manera en que se llevó cabo la elección. El 13 de julio, el Secretario de Gobernación declararía que el triunfador de las elecciones era el candidato del PRI. Los resultados generaron un fuerte escepticismo y la creencia generalizada es que Carlos Salinas no ganó de manera limpia. Posteriormente hubo muchas movilizaciones políticas, encabezadas principalmente por el mismo candidato del Frente Democrático Nacional, así como por los candidatos del PAN Manuel Clouthier y del PRT, Rosario Ibarra de Piedra.
En la actividad postelectoral, se decidió la formación de un nuevo partido, cuya base sería el FDN. De tal suerte que el PRD emergió en una coyuntura en la que había sido vulnerada la elección presidencial y arrebatada la presidencia al candidato que había unido a la oposición. El registro oficial del PRD ante la Comisión Federal Electoral se hizo mediante cesión del registro que tenía el PMS. A partir de entonces, el PRD ha participado en todos los procesos electorales y en todas las campañas políticas en los distintos espacios políticos. Desde su fundación el Partido de la Revolución Democrática ha sobrevivido a la represión del gobierno y gracias a la intransigencia democrática mostrada por los militantes ha ampliado sus espacios.
Ya desde 1989 se dio la batalla en las calles y en los diversos espacios para tener representación ciudadana en las cámaras y en los municipios. Por ejemplo en 1991 hay una resistencia en el Congreso para oponerse a las reformas a los artículos 3º, 27, 82 y 130 de la Constitución.
Por más que lo intentaron no pudieron desaparecernos del mapa político y electoral. En ese mismo año se defendió el voto en Michoacán, 1992 y en otros estados del país y se resistió la represión del gobierno salinista.En 1993 se participó en la realización del plebiscito ciudadano que aceleró el proceso de democratización del Distrito Federal y en 1994 ante los magnicidios, enfrentamos el voto del miedo y mantuvimos nuestra convicción democrática. En 1995 se asumió la necesidad de una transición a la democracia como la base de la principal línea política.En 1996 Andrés Manuel López Obrador, que contaba con el respaldo de Cárdenas, fue electo presidente del PRD por los militantes perredistas en una contienda interna en la cual compitió con Amalia García y Heberto Castillo. Desde la presidencia nacional del PRD, López Obrador concentró sus esfuerzos en el fortalecimiento de la presencia electoral del partido. Durante su mandato, el PRD avanzó a nivel federal y en las elecciones de 1997 conquistó, por primera vez, gubernaturas estatales.
El primer triunfo del PRD fue en el Distrito Federal. Cuauhtémoc Cárdenas fue el candidato. En la Ciudad de México se contaba con el mayor respaldo en todo el país, como había sido demostrado en la elección de 1988. El PRD superó el 40% de los votos, muy arriba de sus oponentes del PRI, Alfredo del Mazo, y del PAN, Carlos Castillo Peraza. Cárdenas fue el primer jefe de gobierno de la ciudad electo democráticamente. Ese mismo año tuvieron lugar las elecciones para el Congreso de la Unión, donde el PRD se colocó como la segunda fuerza política, por detrás del PRI, quien perdió el control absoluto del Congreso. En el siguiente año (1998) se realizó la consulta nacional sobre el FOBAPROA. El PRD contendió en las elecciones locales de Zacatecas, en alianza con el PT, postulando a Ricardo Monreal. Zacatecas era un estado donde el PRD no tenía presencia política, pero la fortaleza de la candidatura de Monreal y el apoyo del PT fueron determinantes. Ese mismo año Alfonso Sánchez Anaya logró ganar el gobierno de Tlaxcala y en 1999 Leonel Cota alcanza la gubernatura en Baja California Sur; ambos Estados considerados bastiones del PRI.
En el 2000 Andrés Manuel López Obrador ganó el Distrito Federal y se le reconoció el triunfo por parte del Vicente Fox, como una victoria que resultaba directamente de la lucha democrática del pueblo de México. En 2001, se abrió la tribuna del Congreso de la Unión a la voz de los pueblos indígenas y el PRD sumó un nuevo triunfo. Lázaro Cárdenas Batel, hijo de Cuauhtémoc Cárdenas, se convertía en el nuevo gobernador de Michoacán, su estado natal. En 2002 y 2003, se detuvieron las reformas estructurales propuestas por la derecha política. En 2004, el partido logró conservar el gobierno de Zacatecas, al presentar a Amalia García como candidata. En 2005, se mantuvo el PRD en el gobierno de Baja California Sur, al ganar la elección estatal. Un nuevo triunfo representó Guerrero con Zeferino Torreblanca.
El apoyo de amplios sectores de la población de D.F. permitió a Marcelo Ebrard, candidato del PRD, ser electo en 2006 sobre la base de un programa de continuidad, aprovechando la popularidad de su antecesor. Con este triunfo se confirmó que el D.F. era la principal base electoral del PRD.
También en 2006 se realizó la movilización más grande e importante de resistencia civil de que se tenga memoria por el respeto al voto ciudadano y contra el fraude electoral. Para el 2007 se logra la ley para la reforma del Estado, así como importantes reformas electorales, como una vía para franquearla polarización social después de las elecciones.
En 2008 el PRD logra una reforma importante para PEMEX y el sector energético nacional. En 2009 se resiste la ofensiva del gobierno y contribuye a encontrar soluciones a la crisis financiera internacional. En 2010 en coalición se gana Puebla, Sinaloa, Oaxaca y el municipio de Benito Juárez, cabecera Cancún, Quintana Roo.En 2011 se renueva la gubernatura de Guerrero. Todo ello lleva a la consolidación a partir de la estabilidad. Se logran también nuevos avances en la reforma del Estado.
En 2012 se obtiene una histórica votación para la izquierda mexicana. Se gana con gran amplitud el Distrito Federal con la candidatura de Miguel Ángel Mancera cuya conducción ha permitido que la Ciudad de México continúe como un referente de seguridad, libertades y de un gobierno cercano a la gente, y se triunfa en Morelos con Graco Ramírez y en Tabasco con Arturo Núñez, estados en los que nunca se había logrado un triunfo.
El PRD es resultado del trabajo de mujeres y hombres que han revolucionado su tiempo. Es un partido que ha heredado diversos episodios históricos como los acontecidos durante la Independencia de la Nueva España, en la cual se combatió contra el Imperio español por constituir una nación propia con gobierno, congreso y territorio propio. Todo ello buscando la libertad, la abolición de la esclavitud y la igualdad social.
Igualmente el PRD se es heredero de los hechos históricos de resistencia ante el imperio Austriaco con Maximiliano en la defensa de la independencia nacional y en contra de la alianza de diversas naciones como Inglaterra, Francia y posteriormente los Estados Unidos.
Más cercano resultan los hechos heredados de la Revolución Mexicana como una revolución armada en contra de la reelección presidencial y por el reparto agrario al grito zapatista de “Tierra y Libertad”. Pero sobre todo, el PRD se asume heredero directo de las luchas postrevolucionarias como la Expropiación petrolera en 1938 encabezada por el entonces presidente Lázaro Cárdenas. Asimismo las luchas de los trabajadores ferrocarrileros en los años cincuenta con Valentín Campa y Demetrio Vallejo. Los movimientos de los médicos, los maestros o los obreros en Guerrero. Sin duda el movimiento estudiantil de 1968, los movimientos guerrilleros encabezados por el profesor Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas. Igualmente de los movimientos urbanos como los del Movimiento Armado Revolucionario, el Frente Revolucionario de Acción Patriótico, el Frente Estudiantil Revolucionario y la Liga Comunista 23 de septiembre. Todos ellos han dejado una huella y una línea de esperanza en el PRD a través de la lucha ciudadana de manera pacífica y por la vía electoral.
El PRD es heredero de múltiples visiones que han buscado transformar al mundo por diversas vías. De grandes luchas obreras, campesinas, de estudiantes, ferrocarrileros, mineros, etc. sostenidas con afanes justicieros y de solicitudes y protestas ciudadanas, las más legítimas. De las grandes reivindicaciones históricas, desagravios y exigencias. El PRD concentra la voz de los más diversos movimientos sociales en pro de un país más justo, igualitario, solidario y humano.
La historia del PRD es consustancial a la historia del México contemporáneo. La historia de ese México que es impactado por las presiones de la globalización y modernización financiera pero para el beneficio de las corporaciones trasnacionales. El PRD se ha propuesto la concientización de la ciudadanía sobre las problemáticas que aquejan al pueblo de México, en particular por las poblaciones que están más desprotegidas, siempre con la idea de defender los valores nacionales de la soberanía, la autodeterminación y la defensa de los recursos naturales y los derechos humanos de hombres y mujeres.
Los Gobiernos del PRD en distintas entidades
Distrito Federal (1997 - 1999): Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (1999 - 2000): Rosario Robles (2000 - 2005): Andrés Manuel López Obrador (2005 - 2006): Alejandro Encinas (2006 - 2012): Marcelo Ebrard (2012 - 2018): Miguel Ángel ManceraZacatecas (1998 - 2004): Ricardo Monreal Ávila (2004 - 2010): Amalia GarcíaTlaxcala (1999 - 2005): Alfonso Sánchez AnayaBaja California Sur (1999 - 2005): Leonel Cota Montaño (2005 - 2011): Narciso Agúndez MontañoMichoacán (2002 - 2008): Lázaro Cárdenas Batel (2008 - 2012): Leonel Godoy
Guerrero (2005 - 2011): Zeferino Torreblanca Galindo (2011 - 2015): Ángel Aguirre Rivero Chiapas (2000 - 2006): Pablo Salazar Mendiguchía (2006 - 2012): Juan Sabines Tabasco (2012 - 2018): Arturo Núñez Jiménez Morelos (2012 - 2018): Graco Ramírez Garrido Oaxaca (2010 - 2016): Gabino Cué Monteagudo, en coalición PAN, PRD, Convergencia y PT Puebla (2010 - 2016): Rafael Moreno Valle, en coalición PAN, PRD, Sinaloa (2010 - 2016): Mario López Valdez, en coalición PAN, PRD
Presidentes del PRD
(1989 - 1993) Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano(1993) Roberto Robles Garnica (Interino)(1993 - 1996) Porfirio Muñoz Ledo(1996 - 1999) Andrés Manuel López Obrador(1999) Pablo Gómez Álvarez (Interino)(1999 - 2002) Amalia García(2002 - 2003) Rosario Robles(2003 - 2005) Leonel Godoy Rangel (Interino, concluyó el periodo de Robles)(2005 - 2008) Leonel Cota Montaño(2008) Graco Ramírez y Raymundo Cárdenas (representación)(2008) Guadalupe Acosta Naranjo (Interino)(2008 - 2011) Jesús Ortega(2011 - 2014) Jesús Zambrano Grijalva